House Barje es un inusual proyecto del estudio de arquitectura Počivašek Petranovič, realizado para una joven pareja con un estudio de yoga integrado. Situada en las marismas de Liubliana Barje, un suburbio caracterizado por extensos prados, edificios dispersos y una marcada horizontalidad, la casa combina el confort de la vida contemporánea con una intensa relación con la naturaleza circundante. No es sólo la funcionalidad lo que desempeña un papel central, sino también la interacción de luz, espacio y materialidad, que transforma el edificio en un organismo vivo. Mediante un diseño claro y horizontal y el uso selectivo de materiales modernos, el proyecto crea una vivienda que sirve tanto de refugio privado como de lugar de encuentro y realización espiritual. La singular fachada de azulejos de cerámica negro-azul de Agrob Buchtal, que hace que la casa aparezca en un juego de luces en constante cambio, no sólo pone acentos visuales, sino que también refleja la conexión del edificio con su entorno natural.
La casa está situada en una sutil zona de transición entre la vida urbana y la extensión natural. El paisaje pantanoso de Liubliana Barje confiere al lugar una atmósfera especial: los alrededores se caracterizan por paisajes llanos y extensos y edificios dispersos que transmiten una sensación de tranquilidad y apertura al mismo tiempo. El propio solar tiene una forma alargada, lo que influye notablemente en el diseño de la casa. Debido a la escasa capacidad de carga del terreno pantanoso, el edificio se construyó en una sola planta, lo que ayuda a minimizar la masa total y garantiza una adaptación óptima a las condiciones naturales. La casa divide el solar en dos zonas: una parte norte accesible y una zona ajardinada privada al sur que, junto con un edificio existente, forma un espacio abierto acogedor y aislado.
Desde la fase de diseño, el objetivo era crear una vivienda funcional pero estéticamente agradable, que satisficiera las necesidades dinámicas de sus usuarios. La planta sigue una disposición lineal y secuencial de las habitaciones, ligeramente desplazadas entre sí. Esta disposición maximiza el espacio habitable útil, mientras que los espacios abiertos intermedios, en forma de pequeños atrios o profundas alcobas, se utilizan como zonas exteriores secas y sombreadas bajo los aleros. El diseño horizontal se acentúa aún más con un tejado inclinado con voladizos profundos, que no sólo proporciona protección, sino que también crea un juego atmosférico de luces.
Programa de habitaciones y concepto de utilización
Al entrar en la casa, los residentes acceden directamente a una pequeña pero exquisita zona de estudio de yoga, concebida como lugar de paz y realización espiritual. Desde aquí se accede a una zona de estar separada, concebida como un apartamento independiente. Consta de una zona de entrada, un dormitorio, un despacho, una sala de estar y una cocina abierta con comedor contiguo. Un pasillo cónico conecta las habitaciones y crea una sensación de amplitud gracias a su extensión en perspectiva. Esta inteligente distribución de las estancias aprovecha al máximo cada espacio, y las fluidas transiciones entre las distintas zonas invitan a saborear al máximo tanto los retiros privados como las zonas comunes.
Diseño arquitectónico y materialidad
El diseño de la Casa Barje se caracteriza por un lenguaje de diseño claro y minimalista y el uso de materiales modernos que transmiten ligereza y robustez al mismo tiempo. El método de construcción pretende mantener la masa total del edificio lo más baja posible. La estructura portante se basa en una placa base de hormigón armado sostenida por pilotes de madera, un sistema que cumple los requisitos especiales del terreno pantanoso. Los muros exteriores son de bloques huecos de hormigón, cuya forma cruda pero refinada contribuye a la estética minimalista del interior. Se optó por una construcción de madera para el tejado, que está cubierto con láminas onduladas ligeras de color aluminio, creando una solución contemporánea a la par que funcional.
Lo más destacado del edificio es sin duda la fachada, que se presenta como una declaración visual y un vínculo entre la arquitectura y su entorno. Se reinterpretó el lenguaje tradicional basándose en el contexto del edificio, predominantemente de ladrillo: El uso de esbeltas baldosas de cerámica esmaltada de la serie Craft de Agrob Buchtal en tonos negro-azul caracteriza significativamente el aspecto exterior. Estas baldosas reflejan de forma fascinante el entorno inmediato, así como la cambiante luz del día. Al variar la intensidad de la luz -ya sea con la suave luz de la mañana, con el brillante sol del mediodía o con los tonos más fríos del invierno-, el aspecto de la fachada cambia continuamente. Un sistema de canalones de acero inoxidable y un sistema de cisternas para la recogida de aguas pluviales aportan acentos específicos que contrastan con las tejas oscuras y subrayan la sofisticación técnica del proyecto.
Interior minimalista e integración en la naturaleza
El interior de la casa se caracteriza por un diseño minimalista que enfatiza las líneas claras y la elección de materiales de alta calidad. Los muros visibles de bloques huecos de hormigón están discretamente enlucidos en blanco, mientras que los tabiques de madera contrachapada funcionan en parte como muebles integrados, una solución que combina funcionalidad y estética. El suelo es de hormigón, que acentúa el carácter moderno del interior con su superficie lisa y uniforme. Los grandes ventanales y los elementos acristalados del suelo al techo crean una transición fluida entre el interior y el mundo exterior y permiten ver el jardín vecino, con su típica vegetación de los pantanos, formada por césped bien cuidado y algunos árboles aislados.
Esta conexión transparente con la naturaleza refuerza la sensación de vivir en un espacio que dialoga constantemente con su entorno.
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Christoph Schulze
Deutsche Steinzeug Solar Ceramics GmbH
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