Ministerio de Ciencia
El ministro de Ciencia, Lino Barañao, cuyo departamento ha encontrado su nueva sede en el nuevo complejo de edificios junto con institutos de investigación y organizaciones científicas, ve el centro como un puente entre el pasado y el futuro de la ciencia en Argentina. El pasado, que ha dado al país tres premios Nobel en disciplinas científicas, también está presente en las inmediaciones en forma de edificios históricos: El centro, que ocupa una superficie total de casi 45.000 m², se construyó en el emplazamiento de una antigua bodega de renombre que se había dejado deteriorar durante muchos años. Entretanto, los edificios no sólo se han restaurado por fuera, sino que se han integrado funcionalmente en el centro científico.
La segunda fase de construcción prevista, que incluirá un museo científico interactivo, una biblioteca, un centro multimedia y salas de conferencias, apunta al futuro. El proyecto espera aportar conocimientos para resolver los problemas nacionales, reforzar la productividad industrial y dar un nuevo impulso a la integración social.
La sostenibilidad desempeña un papel central en la planificación del arquitecto argentino Juan Carlos Angelomé.
Por ejemplo, el consumo de agua se ha reducido en un 50% mediante un sistema de tratamiento de aguas de servicio. Y los elementos solares térmicos del tejado proporcionan agua caliente. La sostenibilidad también fue el factor decisivo en la elección del sistema de fachada cerámica KeraTwin® de AGROB BUCHTAL. En total, se utilizaron unos 8.000 m² de baldosas cerámicas blancas en el formato 35 x 120 cm y 14 kilómetros de tubos rectangulares acristalados a tres caras para una fachada ventilada por la parte trasera que cubre todas las paredes expuestas al sol. Esta construcción redujo los efectos de la radiación solar en la estación cálida en más de un 95%, con el correspondiente ahorro energético en aire acondicionado.
Un importante punto a favor para el arquitecto Angelomé fue también el acabado HT, que crea un efecto de autolavado cada vez que llueve, garantizando así un blanco brillante permanente.
