Los aspectos esenciales de un hotel boutique son un servicio excelente, así como la individualidad, el encanto y el carácter, atributos que tiene en común el Hotel Ottilia de Copenhague. El edificio formaba parte originalmente de la fábrica de cerveza Carlsberg, que elaboró la mundialmente famosa cerveza en el distrito del mismo nombre desde 1847 hasta 2008. Tras una amplia renovación, en la primavera de 2019 se inauguró en el conjunto de edificios catalogados el Ottilia, una casa de 4 estrellas, que pertenece a la cadena de hoteles boutique líder en Dinamarca, Brøchner. La arquitectura de Arkitema Architects y el diseño interior del equipo de diseño de Brøchner tienen un aspecto industrial a juego con la ubicación histórica: Es virgen, sin adornos y rudo, pero al mismo tiempo con la típica elegancia escandinava, desenfadada y con sentido del estilo. Como reminiscencia de la antigua fachada de cerámica del zócalo del edificio, casi todos los baños se equiparon con llamativos azulejos de cerámica para paredes y suelos de la serie Craft de Agrob Buchtal.
Integración en un entorno palpitante
El Hotel Ottilia, que lleva el nombre de la esposa de Carl Jacobsen, fundador y maestro cervecero de Carlsberg, está situado en el barrio del mismo nombre, en el centro de Copenhague. Allí, la arquitectura moderna, las tiendas de moda, los restaurantes y los edificios antiguos se combinan para crear una emocionante mezcla. A poca distancia se encuentran el Meat Packing District y Vesterbro, un distrito conocido por su animada escena cultural y gastronómica. Karim Nielsen, director general de Brøchner Hotels, considera que el entorno histórico es una gran ventaja de ubicación, pero también una obligación: "Somos conscientes de que al instalarnos en el distrito de Carlsberg pasaremos a formar parte de la historia industrial danesa. Estamos encantados con este papel y queremos atraer tanto a visitantes como a residentes con el Hotel Ottilia". De acuerdo con este objetivo, la arquitectura industrial se ha reinterpretado y rediseñado con sensibilidad: el hotel cuenta con una cafetería en la planta baja, salas de conferencias y reuniones para 200 personas, dos bares y una terraza en la azotea con un restaurante abierto al público. En otoño de 2019 se inaugurará una zona de salud y spa de primera clase.
Elconcepto de edificio hace visible la historia
Las aproximadamente 150 suites y habitaciones del hotel están ubicadas en parte en un edificio histórico diseñado por el arquitecto Vilhelm Dahlerup y en parte en un antiguo almacén proyectado por el arquitecto Svenn Eske Kristensen a finales de la década de 1960. El objetivo principal de Arkitema Architects era centrarse en la historia de los edificios y subrayar su valor histórico. Por tanto, en el interior, los elementos estructurales de acero y hormigón de los edificios existentes son especialmente decisivos, tanto en lo que respecta al número y el tamaño de las habitaciones del hotel realizadas como en lo que respecta a la estética de las superficies.
Las habitaciones se presentan con una elegancia sencilla, con muebles dignos y sencillos, parqué de roble, paredes blancas y una estructura de hormigón visto con chorro de arena y que absorbe el polvo. Este lenguaje de diseño continúa atmosféricamente en los baños. Allí, la imagen se caracteriza por los elementos de acero inoxidable y vidrio, así como por los azulejos de cerámica, que los arquitectos ven como una reminiscencia de la fachada de cerámica existente en la zona de la base del antiguo almacén en términos de color y formato.
Azulejos de cerámica para una actitud nórdica ante la vida
Como ya se ha mencionado, en las paredes y los suelos de los baños del hotel se utilizaron azulejos de cerámica de la marca Agrob Buchtal: la serie Craft se fabrica en el clásico horno de túnel. El juego natural del fuego crea esmaltes ligeramente iridiscentes con un aspecto artesanal que se combinan para formar un conjunto armonioso. El carácter auténtico de esta colección de baldosas se ve subrayado por el formato clásico de tiras, que ritma de forma atractiva las superficies y las acentúa sutilmente sin extender el malestar. Los baños de Ottilia son hogareños en el sentido del término danés-noruego Hygge, que hoy se utiliza internacionalmente. Este término significa comodidad casual, relajada y cordial, calidez, seguridad y comodidad. Quizá el Hygge sea una de las razones por las que los estados escandinavos suelen estar muy por delante en las encuestas sobre los países donde la gente se siente más feliz. Las baldosas de cerámica de la colección Craft encarnan exactamente esta conciencia de la vida y esta actitud sin pretensiones: se colocaron aproximadamente 3.500 metros cuadrados en los cuatro colores gris oscuro, amarillo dorado flameado, gris medio y verde oliva flameado.
Contrastes fascinantes
Durante la reconversión, se incorporó hábilmente en todas las zonas el tejido original del edificio en forma de edificios de almacén, maltería o silo de grano. Lo mismo ocurre con la fachada: en algunas de ellas hay ventanas panorámicas redondas equipadas con un mullido sofá en forma de luna creciente desde el que se pueden observar las estrellas o el colorido ajetreo de la plaza Ottilia Jacobsen. En el resto del edificio hay más de 60 grandes cristales dorados de 2,2 metros de diámetro. Fueron diseñados por Svenn Eske Kristensen y simbolizan, en forma y número, los depósitos de cerveza que albergaba el edificio. En la actualidad, los cristales están enmarcados por nuevas y estrechas ventanas delante de las cuales los ladrillos están dispuestos a modo de cremallera. Este sutil detalle se creó retirando cuidadosamente los ladrillos antiguos.
Estos numerosos componentes históricos forman un emocionante contraste con el lujoso mobiliario y el diseño interior contemporáneo que caracterizan tanto las habitaciones como las zonas públicas. Además, hay tecnología moderna: los huéspedes del hotel pueden hacer el registro de entrada y salida con su smartphone, abrir la puerta de su habitación o simplemente transmitir su propio contenido al televisor de la habitación. Una eficiente red Wifi de alta velocidad está disponible en toda la casa. Aparte de eso, el Ottilia convence con todas las comodidades de un moderno hotel de 4 estrellas superior, incluso con una hora de vino diaria a cargo de la casa o un saludable desayuno ecológico.
El hotel Ottilia enriquece de forma atractiva la vida cultural del animado barrio de Carlsberg de Copenhague y ofrece la oportunidad de alojarse en un "testigo contemporáneo" arquitectónico y un icono de la historia industrial danesa.
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