Desarrollado en el laboratorio: El futuro de la ciudad

Los arquitectos holandeses MVRDV acaban de terminar un edificio residencial en Burdeos. Ilot Queyries es excepcional en muchos aspectos, pero lo es especialmente su llamativa piel exterior de cerámica. La escultura del edificio está situada al este del río Garona, justo enfrente de la catedral más grande de Francia, que marca el centro histórico de Burdeos como punto culminante urbano. Con el nuevo edificio, los arquitectos quieren dar a la vida de esta ciudad en crecimiento un diseño sostenible. Reflejan el plan maestro del casco antiguo en la orilla de la Bastide Niel y hacen del nuevo patio residencial, que encierra una zona verde tipo parque, un punto de orientación visual en el barrio. De este modo, el futuro de la ciudad se conecta de forma natural con su historia. Una interpretación contemporánea de las tradiciones constructivas de Burdeos.

Hito cerámico

Cuando se piensa en las fachadas de cerámica, probablemente se piensa en las pequeñas casas de los países del sur. En este caso, las dimensiones son completamente diferentes y, sin embargo, el material resulta ser la elección correcta para Ilot Queyries en muchos aspectos. El nuevo e imponente edificio no sólo llama la atención por sus alturas, profundidades y desniveles, sino que su envoltura tridimensional y radiantemente brillante atrae la atención desde lejos. Esto es posible gracias a las diferentes baldosas perfiladas del sistema KeraTwin®. Captan hábilmente la luz y dan a la arquitectura un aspecto vivo y escultural con reflejos de sol y juegos de sombras, convirtiéndola en un hito cerámico. Las fachadas de cerámica también se extienden con seguridad sobre los tejados. Con bordes afilados y precisos, contrastan con el yeso rojo del patio interior, que busca su salida aquí y allá en incisiones, vistas y pasajes.

El gran volumen fue encargado por dos clientes, Kaufman & Broad y ADIM, y forma una unidad con tres edificios residenciales adyacentes más pequeños de JA Joubert Architecture, el despacho del antiguo empleado de MVRDV Marc Joubert, que también había colaborado en el plan general del conjunto, y el despacho local Flint. Los arquitectos de Flint también actuaron como codiseñadores con MVRDV, tanto del edificio principal como -junto con Sabine Haristoy- del paisaje del gran patio y los espacios urbanos circundantes. Según Bertrand Schippan, socio de MVRDV, el patio es un espacio tanto para los residentes como accesible para todo el mundo, como parte del dominio público continuo de Ilot Queyries.

El edificio está situado en el límite de la Bastide Niel, que está a punto de sufrir una transformación total, urbanizando esta zona marginal de la ciudad, manteniendo y reutilizando en lo posible su patrimonio de almacenes, cuarteles y vías de ferrocarril y añadiendo un amplio programa nuevo. En el futuro, Bastide Niel albergará unos 3.500 hogares. Además, contendrá oficinas, instalaciones de la Universidad de Burdeos, comercios y una serie de equipamientos públicos. MVRDV ha realizado el plan director de esta gran zona de 35 hectáreas, que creará un entorno sostenible de calles estrechas, predominantemente peatonal y ciclista, con el ambiente del centro de una ciudad histórica. Como explica Schippan, "el Ilot Queyries queda justo fuera de los límites de la Bastide Niel, pero cumple todas las directrices que le hemos marcado".

Normativa rubia

Como en todos los edificios de la Bastida Niel, la forma general de los edificios de Ilot Queyries permite un acceso óptimo a la luz del día en todas las viviendas, y que al menos dos horas al día de luz solar directa lleguen a la planta baja. Esto explica los ángulos irregulares de los tejados. El plan maestro prescribe además que cada edificio llene la envolvente, pero permite cortes y aberturas, siempre que mantengan intacto el contorno general del volumen. Otra norma es que el exterior de todos los edificios esté revestido de un material que coincida con lo que Schippan llama el color "rubio" de la piedra tradicionalmente utilizada en Burdeos, como el mármol, el granito, el hormigón o la cerámica. Los cortes del edificio pueden estar acabados en otros materiales, y pueden ser más coloridos, como demuestra el proyecto Îlot des Queyries de MVRDV. La "carne" del edificio, bajo su piel clara, deja ver un cálido estuco rojo.

El material es la clave

Para MVRDV, el proyecto Ilot Queyries es una especie de laboratorio de la ciudad moderna, que combina intimidad con densidad, ecología, luz y confort. Incluye 282 apartamentos, una mezcla de unidades asequibles y de precio de mercado, y un restaurante en la parte superior cristalina del complejo. 200 metros de longitud del edificio, 10.000 m2 de fachadas cerámicas instaladas, variando sus alturas hasta nueve pisos, con una pendiente dinámica de 14 a 45 grados - un vistazo a los datos clave lo deja claro: sin el apoyo de un diseño de superficie específico para el proyecto y que marque tendencia, esta arquitectura, tan poco convencional como creadora de identidad, sería difícil de conseguir. De acuerdo con las especificaciones de los arquitectos, los especialistas en cerámica de Agrob Buchtal diseñaron y produjeron versiones a medida del ultramoderno sistema de fachada KeraTwin® para Ilot Queyries.

En primer lugar, está el color especial: MVRDV eligió cuidadosamente un gris claro que combina los paneles colocados verticalmente en una apariencia de fachada armoniosa. El edificio se integra discretamente en la arquitectura vecina. El verdadero virtuosismo del diseño de la cerámica como material de fachada se revela en la combinación de color y textura tridimensional. Como compañera de juego de la luz, aporta un número casi ilimitado de matices al esquema cromático monocromático. Por ello, para Ilot Queyries, los especialistas de Agrob Buchtal desarrollaron elementos cerámicos con tres secciones diferentes según las especificaciones de los arquitectos. Su perfilado elevado no sólo anima el color, sino que también permite a los residentes y a los transeúntes experimentar su edificio en la mayor diversidad.

Presencia sostenible

Aparte de las consideraciones contextuales y de diseño, el color exterior claro también está motivado por preocupaciones medioambientales, como señala Schippan, socio de MVRDV, para dotar al edificio de un alto albedo que ayude a evitar el efecto de isla de calor urbano. Y, sin duda, uno de los parámetros más importantes para el diseño urbano sostenible reside también en conseguir ciclos de vida de los edificios duraderos. Las fachadas cerámicas de
Agrob Buchtal están equipadas con la tecnología Hytect, una superficie innovadora con efecto autolimpiante. Garantizan que Ilot Queyries seguirá brillando con una estética inalterada e impecable incluso cuando un nuevo zeitgeist supere a la innovadora arquitectura y hable de ella como una escultura de edificio histórico en el barrio. Hasta entonces, las baldosas antibacterianas Hytect no sólo desafían todas las condiciones meteorológicas, la contaminación y la formación de musgo, y convencen con unos costes de mantenimiento considerablemente bajos, sino que también reducen los contaminantes atmosféricos, como el óxido de nitrógeno, y contribuyen activamente a una calidad del aire más saludable: Un regalo para los habitantes de la ciudad del futuro.